jueves, 29 de noviembre de 2012

El sueño

Llevo noches despertándome por culpa de un sueño,, en el que aparece una mujer cuyo rostro no termina de dibujarse en un cuerpo difuminado.
Me engulle entre la niebla que la envuelve, me transporta, en una nube, sin gravedad, hasta llegar al Edén.
Hay árboles preciosos de fruta exquisitamente dulce, los animales que nos rodean a pesar de su aspecto fiero son mansos, uno parecido a una leona se acerca y al acariciarlo ronronea igual que un gato. Hay una paz y felicidad que no se puede describir.
Sus rasgos sigue sin definirse, intuyo que es hermosa, percibo su aliento fresco, su olor a lilas....,
nuestros rostros están muy cerca, me atrae cada vez más, no distingo el color de sus ojos ni el perfil de sus labios, a los que ya no puedo dejar de besar.
Ahora con los ojos cerrados sin mirar, sintiendo el dulce néctar de su boca más dulce que fruta o miel probada, llevándome a un paraíso de sentimientos dormidos, veo su cuerpo de sensuales curvas, sus ojos castaños, el perfil de sus labios, su nariz respingona, eres tú.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Preso





Como un pájaro enjaulado,
O el mismo reo encadenado,
la libertad no la poseía,
desde aquel maldito día
 que por mal fui atado,
así me ha esclavizado.

El tiempo avanza como fuego
sus llamas me están abrasando
sin piedad con dolor, sin engaños
me van consumiendo con los años.

Que llegue la lluvia refrescante,
que la tierra se abra y cante
que brote la vida de la muerte.
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El mal que no tiene cura,
                                                         antes nos lleva a sepultura.

jueves, 15 de noviembre de 2012

The grandfathers



 Un pensamiento
Cuando sea mayor crearé un Motoclub, lo llamaré“ los abuelos “ ( y me lo escribirán en inglés americano “The grandfathers” ).
Será el más numeroso, a sus miembros los reclutaré en el “Casal del Avi”, donde nos reuniremos cada fin de semana. Haremos una salida hacia algún lugar donde queden árboles con un riachuelo. Nada más nos apeemos de las motos los hombres dirigiremos nuestras “chorras” hacia un riachuelo de sucias aguas y haremos una gran meada , porque la próstata, dicen que en ciertas edades y al ir en moto nos fastidia más.
 Las mujeres detrás de los matorrales harán lo propio, y algún desdentado baboso se despistará para verles sus blancas carnes y algo más.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La castañetera

En una Avenida de un pueblo hay unos chicos que asan castañas para su venta. Me quedo mirándolos y observo lo jóvenes que son, serán alumnos de algún instituto, su ropa acorde con la temperatura del día, no son de abrigo, camisetas de manga corta y otras de manga larga, uno lleva los pantalones muy bajados, mostrando los sucios calzoncillos, (se habrá limpiado las manos en ellos, hay muestras del negro carbón).
Recuerdo el contraste con los años de mi juventud, me viene a la memoria....
Voy entre los viandantes con el brazo rodeando el hombro de Marlene, y el de ella por detrás de mi cintura, nos apretujamos sintiendo nuestros cuerpos, hace frio y tenemos las manos heladas, el frio hace salir el vaho de nuestras bocas. Nos acercamos a una caseta que hay en la acera de la calle, hecha de chapa y madera, en la puerta sentada en una silla hay una señora , vestida de riguroso negro y con un pañuelo en la cabeza que deja ver su pelo cano asomando por la frente.
La mujer de vez en cuando atiende la humeante parrilla del fogón de hierro, en donde se asan unas enormes castañas. Las que ya están hechas, las aparta con sus tenazas pero sin retirarlas del calor, están preparadas para la venta, (una vez frías cuesta mucho pelarlas). Le pedimos una paperina de estos sabrosos frutos secos, la castañetera las cuenta y nos las sirve mostrando las curtidas manos con los dedos llenos de tizne, no pede el importe en pesetas.
Durante un momento Marlene y yo sujetamos la paperina con las cuatro manos, sintiendo como el calor se transmite en nosotros, nos besamos y nos las repartimos.
Hay que ver como ha cambiado todo, incluido la temperatura del planeta.

Lo siguiente es del "Custumari Catalá" :
Les castanyeres anunciaven llur indústria amb un crit especial que deia:


"Calentes i grosses; qui en vol, ara que fumen?"


La mainada, per fer-les enfadar, els cridava:

"Petites i dolentes; de les vuit, set les pudentes."

lunes, 5 de noviembre de 2012

La Esquela



La esquela
Una esquela me dieron.
Mario Miguel Moreno
el difunto.        
Como otras tantas esquelas
no menciona esposa, hijas,
padres, padres políticos,
hermanas/os, cuñados/as,
del difunto.
Mario tenía esposa e hijas,
y las perdió .
Las perdió tanto que en la esquela
no se encuentran.
Recuerdo años atrás,
las veces que lo vi llorar
por sus hijas no poder ver,
se consoló con el mal beber.
Vivió muy solo, en pensión,
en un piso, en el coche
y de vuelta a la pensión
-  pensión suena a prisión  -

Alcoholizado al trabajo acudía,
en algunas ocasiones día tras día,
lo ha convertido en su propia enfermedad.
De sus actos solo quieren ver la fealdad.
Avisado, de su puesto es desterrado,
ya casi todo el mundo le da de lado.

A sufrido muchísimo en cuerpo y espíritu,
sus últimos días de soledad y tristeza.
Incluso  soledad siendo ya,
el difunto.
A su entierro ha acudido más gente de la que tuvo
a su lado en vida y eso que fuimos pocos.
·     En su adiós acudimos compañeros del trabajo,
alguno de los que le dieron la patada traicionera.
·     También acudieron sus hijas, las que tanto
amaba y no podía verlas, no se el porqué.
·     Acudieron sus hermanas, conocí a una en la
capilla del tanatorio, llegó una hora después de mí.
Sí querido Mario, se acordó de ti la familia,
aún que tú ya no los vieses con los ojos que se te cerraron.
Desde donde estes verías igual que yo. El desamor,
ira, recelos juveniles y adultos, lágrimas sinceras,
lágrimas fingidas para
el difunto.
Lenguas hirientes
cual venenosas serpientes.
Si te preguntas,  ¿ por qué en el día del adiós, en tu viaje
hacia la esperanza, no hay paz ?
Te respondo, por que tú eres
el difunto.
Y se comportan igual que cuando vivías.

Al final se que das las gracias a los tuyos,
que te han acompañado en tus últimas horas.
Y que sobre todo agradeces la compañía de tu
amiga, que te alivió y te hizo olvidar algunas
horas de sufrimiento, que no  abandonó tu lucha.

                             P.D.                                                   
Amigo, si no fuera por esta indeseada situación no habría escrito esto
y  me gustaría recordarte siempre,  como cuando estabas de buen humor,
alegre a pesar de los pesares y sonriendo. Cometí el error de verte,
estabas en una caja protegido por una urna de cristal, tus cerrados
párpados ocultaban aquella mirada triste, que querías esconder
cuando sonreías con los labios que ahora aparecían sellados, 
y desfigurados, al igual que el resto de tu rostro no parecías tú,
el difunto.
 
De tu compañero y amigo  Porti